23.12.05

Bunbury: ¡Incombustible!

Enrique Bunbury (Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy) cantante español, nacido el 11 de agosto de 1967 en Zaragoza.

Su andadura musical comenzó a los doce años, cuando se compró su primera guitarra eléctrica con cinco mil pesetas que había ahorrado. Empezó a tocarla en 1980 en un grupo de colegio llamado Apocalipsis. Entre 1981 y 1983 tocó la batería, fue cantante de una banda llamada Rebel Waltz, y tocó el bajo en Proceso Entrópico.

Héroes del Silencio

Tras dejar Proceso Entrópico, Bunbury pasó a ser el vocalista de un grupo llamado Zumo De Vidrio que se convirtió en la semilla de Héroes del silencio. En esa formación estaban Juan Valdivia (Segovia, 3 de diciembre de 1963) y Enrique que, junto al hermano de Juan, Pedro Valdivia, crearon los primeros Héroes del silencio (1984).

Pedro Valdivia abandonó el grupo, mientras que Bunbury y Juan Valdivia reclutaron a dos viejos conocidos de la escena zaragozana, Joaquín Cardiel (Zaragoza, 2 de junio de 1965) y Pedro Andreu (Zaragoza, 15 de abril de 1966), quienes dieron lugar a la formación definitiva de la banda.

Con el apoyo de Cachi, un DJ de Zaragoza, y del periodista Matías Uribe, Héroes del Silencio comenzó a darse a conocer. Un concierto ofrecido en 1987 en la sala En Bruto -en el que consiguieron agotar localidades y dejar a cientos de seguidores fuera-, pone al cuarteto en el punto de mira. Gustavo Montesano -ex Olé Olé- se fijó en ellos y les allanó el camino para firmar su primer contrato con la multinacional EMI.

Se les impuso una condición para grabar disco. Publicarían un maxi-single con cuatro canciones y, en función de las ventas, habría carrera o no para el grupo. Entonces, se publicó Héroe de leyenda en 1987 y se vendieron más de 30.000 copias. Meses más tarde publicaron su primer LP, El mar no cesa, que de inmediato se convirtió en disco de platino. Mar adentro o Flor venenosa pasaron a ser canciones de referencia de los jóvenes de finales de los 80 y principios de los 90. Sin embargo, el grupo quedó descontento de la producción de este primer álbum, que consideraban "fresco, pero falto de energía". Una energía que sí destilaban a raudales en unos conciertos llenos de efectos y de una épica fuera de lo común en el panorama musical español de esos años.

En Calatayud (Zaragoza) les vio el ex componente de Roxy Music Phil Manzanera, quien se quedó prendando con la banda y decidió apostar por ellos. La expectación era enorme. Héroes era el grupo de moda. Manzanera les produjo Senderos de traición (1990), el álbum que les lanzó a la categoría de grandes estrellas. Quedan de ese disco éxitos como Entre dos tierras o Maldito duende, que les permitieron abrirse mercado fuera de España.

Un concierto contra el racismo en Alemania, donde Héroes mostró su personalidad y carácter sobre el escenario les hizo dar un salto enorme en su carrera. Sus componentes se convirtieron en estrellas internacionales cantando sus canciones en español. En Alemania consiguieron el disco de oro, también en Italia. Giraron por Austria, Suiza, Bélgica y Escandinavia.

Con el lanzamiento internacional de El espíritu del vino (1993), Héroes del Silencio se embarcó en una gira que les llevó por más de 20 países, compartiendo en algunos festivales cabeza de cartel con artistas como Aerosmith, Leonard Cohen, Bryan Adams o Robert Plant.

En España no se les perdonó el éxito. Su arrogancia -en especial la de Bunbury, que jugaba a estrella del rock and roll- les llevó a estar permanentemente en el disparadero. Más aún cuando el Príncipe Felipe les recibió en audiencia y Bunbury se declaró, a la salida, contrario a la institución monárquica.

La gira del exceso estuvo a punto de acabar con el grupo. Se separaron en tres ocasiones, pero hicieron parada y fonda. En el Pirineo se tomaron un respiro para componer los temas de Avalancha (1995), que a la postre sería el último disco de estudio de Héroes del Silencio.

A continuación realizaron otra gira mundial que pasó por Estados Unidos, México, Argentina y numerosos países americanos y europeos. De nuevo hubo ventas millonarias... y de pronto se rompió la unión en el mejor momento. Héroes, tras la publicación de Parasiempre (1996), un doble CD en directo, anunciaron su separación y un descanso indefinido para iniciar proyectos en solitario.

Durante la gira de 1996 (que incluía conciertos de marzo a septiembre) Bunbury, para quien el tour se estaba convirtiendo en un suplicio, decidió ir grabando maquetas en diferentes estudios americanos con la intención de hacer esos meses más llevaderos. En el tramo español de la tournée la banda llevó como teloneros al dúo colombiano Aterciopelados, a quienes Bunbury les grabaría posteriormente coros en el álbum La pipa de la paz (1997)....

Carrera en solitario

Bunbury grabó en Los Ángeles, San Juan de Puerto Rico y en Ciudad de Guatemala. Meses después se marchó a Marruecos con ese material y allí compuso nuevos temas y dio forma a los que ya llevaba bajo el brazo. Con el apoyo de Phil Manzanera se marchó a Londres para concebir Radical sonora (1997), su álbum debú como solista. Manzanera fue su productor. El primer disco en solitario de Enrique lo separó totalmente del sonido de Héroes. Su apuesta se acercaba a la electrónica, a la música árabe y al rock más psicodélico.

Bunbury arriesgó, quería investigar sobre nuevas tendencias y sobre él mismo. ¿El resultado? Dispar. La crítica le aclamó con cautela y el público le dio la espalda por su negativa constante a volver con Héroes en un futuro. Sus canciones no terminaban de convencer.

Año 1997: la gira de Radical sonora se convirtió en una pesadilla para Bunbury. Cuando finalizó el tour por España sufrió una crisis muy profunda que incluso le hizo plantearse abandonar la música. Se sentía incomprendido: "Necesito un público que me haga crecer como músico, no que me haga tocar toda la vida Entre dos tierras y encima como lo hacía con Héroes".

Decidió entonces dar un salto al vacío con Pequeño (1999), un álbum con aires de cabaret y de sonidos mediterráneos, que planteó inicialmente como su último álbum: "Me propuse hacer el disco que me saliera, y me salió Pequeño. Me daba igual si la gente no lo entendía. Quería hacerlo y si me tenía que retirar, pues me retiraba. Así me lo planteé".

La cosa empezó a cambiar. A pesar del relativo -más bien escaso- apoyo de las radiofórmulas, Pequeño, por su sencillez y su belleza -incluso en los textos-, caló en el público. Canciones como Infinito o El viento a favor encumbraron nuevamente a Bunbury, que volvió al primer plano de la actualidad transmutado en una especie de crooner de fin de siglo.

Empezó a reconciliarse con el público y abrió el espectro no sólo a jóvenes, sino también a mayores. Pequeño fue disco de platino, como ya lo había sido Radical sonora, y con él consiguió un éxito inesperado en México y en Argentina, donde Bunbury comemzaba a consolidarse como figura de culto. Entretanto, el artista recibió una nominación a los Grammy Latinos por El extranjero en la categoría de Mejor Interpretación Pop Masculina, premio que a la postre fue a parar a manos de Fito Páez.

Terminada la etapa de Pequeño, Bunbury se fue a Tarragona a componer su tercer disco en estudio. Antes publicó como regalo para los fans un directo, Pequeño cabaret ambulante (2000), con el que pretende reflejar el espíritu de "la gira que más he disfrutado en mi vida".

El artista se tomó casi nueve meses para parir un disco complejo hasta que nació Flamingos (2002), en el que hay canciones con más de 150 pistas de sonido. Le acompañaban en Avinyonet de Puigventós (Gerona) su potente banda de nueve músicos y se acercaron a los estudios de Music Lan muchos amigos del zaragozano. Por allí pasaron Jaime Urrutia, Quimi Portet, Shuarma (Elefantes), Carlos Ann, Kepa Junquera, Adrià Puntí... que fueron dejando su huella en un disco denso, marcado por la ruptura matrimonial de un Bunbury que posa vestido de boxeador para la portada del disco. El mensaje es evidente: "Me han golpeado, pero tengo ganas de levantarme y pelear".

La apuesta musical de Bunbury da sus frutos. Es disco de oro de salida, el lanzamiento es todo un éxito en México y Argentina, y se cuelga el cartel de "no hay billetes" en los primeros conciertos en España. En varias capitales mexicanas se forman colas de más de 4.000 personas para que Bunbury firme un disco... y todo esto en uno de los peores momentos para la industria musical a nivel internacional.

Un año y medio de gira. Más de 150 conciertos y más de 300.000 discos vendidos entre España y América consolidan la figura de un artista que ya tiene estatura de estrella. Bunbury se paseó durante 2002 y 2003 por los principales escenarios de México (Auditorio Nacional), Argentina (Estadio Obras) o Nueva York (Central Park). El colofón al interminable tour Flamingos fue un DVD que publicó en septiembre de 2003, titulado "Una cita en Flamingos", que recoge dos conciertos y multitud de información sobre la gira más importante en su carrera.

Sus devaneos con el rock, el tango, las rancheras, la música árabe, el blues o el jazz le han convertido en un autor de culto, diferente a todos los que hoy están en el primer plano de la música en España. Un artista rico, variopinto, y muy polémico que no deja indiferente a nadie. Pero así son las estrellas: contradictorias y geniales. Y Bunbury, con más de 20 años de carrera musical a sus espaldas, reúne ambos calificativos: contradictorio y genial.

En 2005 y a través de su página web Enrique Bunbury anuncia la disolución de 'El Huracán Ambulante' (la banda que le acompañó durante los últimos 8 años), la cancelación del resto de su gira por España y América y su temporal retiro (aunque sin fecha de regreso) de los escenarios.

En el primero de los dos conciertos de despedida que mantuvo de su gira (Zuera y Cambrils), se retiró en la quinta canción ('Sacame de Aquí' perteneciente a su disco Flamingos) para no volver, suspendiendo además el segundo y último concierto de esta etapa que cerraba.

Desde mediados de 2005 prepara, además, su próximo proyecto en solitario 'Judas' que se espera su salida para el año 2006, aunque aun no está confirmada esta fecha. Según el propio cantante, se inclinará en sonidos de la América de Nueva Orleans

Desde Septiembre de 2005 edita desde La Habana, (Cuba) a través de su Página Web Oficial www.enriquebunbury.com y de forma gratuíta, una colección de escritos que ha titulado Postales desde el Frente

Parece que vuelve a estar en Zaragoza preparando un nuevo album con algunos de sus antiguos colaboradores en el Freak Show.